Se conoco como «Guerra de las corrientes» a la competencia tecnológica y económica a finales del siglo XIX entre los 2 sistemas existentes para la generación y distribución de energía eléctrica, y consecuente dominación del recién creado mercado eléctrico. Por un lado Nikola Tesla artífice de los sistemas de producción y distribución basados en corriente alterna, con el apoyo de George Westinghouse. Por otro, Thomas Edison, defensor de la corriente continua, con el apoyo de JP Morgan. George Westinghouse crearía Westinghouse Electrics a la vez que JP Morgan crearía General Electric.
La batalla la ganaría el sistema de corriente alterna de Tesla, pese a la popularidad de Edison y sus inventos y la utilización de métodos sucios por su parte para desprestigiar a Tesla.
En cualquier caso las aportaciones de ambos fueron fundamentales en el desarrollo de un potente mercado eléctrico y en la aparición constante de nuevas aplicaciones para la electricidad, a finales del siglo XIX y principios del XX se produciría una suerte de segunda revolución industrial basada en la electricidad, sobre todo, después de la Exposición Mundial de París en 1881 y de la presentación de la lámpara de Edison.
El sistema de corriente continua de Edision, no era suficiente para satisfacer una demanda creciente de electricidad. Además el transporte de electricidad mediante corriente continua era mucho más costoso y se producían grandes perdidas de electricidad.
El sistema de corriente alterna de Tesla y Wetinghouse se basaba en la idea comprobada de que las perdidas de electricidad en la transmisión a largas distancias dependían de la intensidad de la corriente P= i(2) x R que circula por la línea. Para la misma transmisión de potencia y siendo esta producto de la intensidad por el voltaje P=Vi , a mayor voltaje, menor intensidad de corriente es necesaria para transmitir la misma potencia y por lo tanto, menores pérdidas. Además a diferencia de la corriente continua, la corriente alterna se puede elevar su voltaje con un transformador para su transporte a larga distancia y luego también mediante un transformador reducir el voltaje a niveles seguros para su utilización en el destino.
La guerra de las corrientes llegaría a su final, con la victoria de Tesla tras producirse 2 hechos importantes, por un lado, en la Feria Mundial de Chicago de 1893, Westinghouse se quedaría con la adjudicación para la iluminación de la feria, con un presupuesto un 50% más baratos que su competidor directo General Electric, lo que además de demostrar el menor coste de los sistemas de corriente alterna, permitió a Tesla exhibir sus generadores y motores de corriente alterna.
Por otro lado, la Niagara Falls Power Company encargó a Westinghouse el desarrollo de su sistema de transmisión. Lo que dió al traste con el sueño de Edison y dió paso al uso de forma generalizada de la corriente alterna para la producción y transmisión de energía.